Ayer estaba volando de Barcelona a Bangkok con escala en Dubai, Como suele ser habitual, aprovecho los viajes para darle a la lectura. Tras acabar la bonita novela «Intemperie» de Jesús Carrasco, me apetecía leer algo diferente y de empresa, fue por ello que me puse con el libro «El Zen en la empresa» de Álex Rovira y Francesc Miralles.
El libro me lo había comprado hace unas semanas con las ofertas de Kindle Flash de Amazon y es el típico libro que te puedes leer de una sentada con sus poco más de 100 páginas. De Ález Rovira ya había leído hace años «La buena suerte» y «La brújula interior», libros que aunque no son mis preferencias de lectura, debo decir que en su momento me parecieron interesantes.
Un libro sobre el Zen y la empresa me parecía cuando menos curioso, y esperaba encontrar algunas reflexiones al respecto de dicha filosofía y sus relaciones con las prácticas empresariales. Tenía esperanzas de encontrar algo más profundo y aunque algunas páginas me han parecido interesantes, debo decir que sin duda esperaba mucho más del libro.
Hay citas de personas famosas y algunos ejemplos de maestros zen, pero me ha parecido bastante disperso todo y sin una clara estructura. No obstante, hay conceptos y ejemplos que pueden ser de utilidad, tanto para la empresa como para el individuo o la propia vida.
A continuación dejo algunas notas y conceptos que he subrayado, me han parecido interesantes y creo que nos ayudan a reflexionar:
Sobre los equipos y su gestión:
- Motivar a su equipo y mantenerlo cohesionado.
- No acaparar el poder, sino vaciarse de él para repartirlo entre sus colaboradores.
- Primar el grupo por encima de las individualidades.
- Resolver con celeridad los problemas que surjan y transformarlos en oportunidades.
- Dirimir con equidad cualquier conflicto interno.
- Promover una comunicación fluida entre todo el equipo.
- No perder la calma en los momentos de crisis ni levantar la voz a sus colaboradores.
- Establecer objetivos comunes y velar porque todos remen en la misma dirección.
- Procurar por la salud física, mental y espiritual de su equipo.
Sobre el dinero y las posesiones:
- La idea era muy simple: cuanto más reducido es el número y tamaño de las posesiones materiales, más sencillo y económico resulta ocuparse de ellas.
- Liberarse de compromisos y obligaciones innecesarias para disponer de tiempo y poder hacer lo que realmente quería. En suma: menos es más, lo cual es justamente uno de los pilares del zen.
- El dinero bien administrado y utilizado revierte en beneficio de los demás, al igual que el poder. Por lo tanto, hay que entenderlo como un medio para llevar a cabo proyectos y no como un fin último.
- No nos dejemos engañar: nuestro sistema económico no ha sido creado para que la gente ahorre. Al contrario, se fomenta que las familias estén cada vez más endeudadas. El sistema está diseñado de manera que el trabajador no tenga excedentes. Cualquier cantidad sobrante es reabsorbida inmediatamente con nuevas adquisiciones.
Sobre el individuo y la sociedad:
- Dirigir las culpas al exterior es una excelente forma de quedarse tranquilo, pero no ayuda a resolver el problema.
- Tan fácil ver las faltas en los demás como difícil ver las propias.
- La mejor manera de desarrollar el pensamiento lateral es tomar la vida como un juego excitante en el que siempre se puede aprender algo nuevo. No dar nada por sentado y explorar posibilidades inesperadas.
- Elija bien y empiece a crear la realidad en la que le apetece vivir.
- La sociedad occidental se ha vuelto experta en crearse más problemas de los que tiene y desea.
- Los dos ingredientes que deben coincidir para alcanzar el éxito en una carrera profesional: talento + perseverancia.
Sobre la empresa:
- En un mundo empresarial cargado de conceptos aprendidos en las escuelas de negocios, el sentido común puede ser el filo de la espada.
- Mucha gente prefiere recibir órdenes antes que pensar, porque eso supone tomar responsabilidades, equivocarse y tener que responder por los errores.
- Uno de los quebraderos morales a los que se enfrenta toda persona dedicada a los negocios es el límite entre la ética y la rentabilidad de un proyecto empresarial.
- Emprendedores que consideran que la economía es algo más que la búsqueda a cualquier precio del dinero y el poder.
- Una dinámica de trabajo mecanizada, en la que cada pieza del equipo realiza siempre las mismas funciones no facilita precisamente que surjan ideas geniales.
- En el colegio sólo nos enseñan a acumular información y se premia la memoria. La enseñanza académica no estimula necesariamente la imaginación y la creatividad. Por consiguiente, los que obtienen las mejores calificaciones son los que se centran en el pasado, no en el futuro, es decir en el deseo de triunfar.
- Las estructuras piramidales ya están superadas. Han dejado de ser eficientes en un mundo globalizado y altamente competitivo en el que, más que nunca, es necesario aunar esfuerzos ―e ideas― para no quedar fuera de juego.
- Dejarse asesorar por personas jóvenes y entusiastas, lo cual no significa que todas las propuestas deban ser aceptadas.
- Uno de los principales problemas con los que nos encontramos en un grupo de trabajo es la falta de comprensión por las motivaciones e intenciones de los demás.
- Las nuevas tecnologías han acelerado el ritmo del mundo empresarial hasta tal punto que el cambio se ha vuelto la constante a la que debe adaptarse toda organización.
- Nuestros pensamientos inciden sin darnos cuenta en la manera en la que hablamos y actuamos, lo cual contagia sin duda a las personas que trabajan con nosotros. Así es como se crea un clima laboral. Por consiguiente, si queremos disfrutar de un entorno relajado y productivo, hay que empezar sintonizando la mente en una buena emisora.