La comida y la alimentación no solamente es algo que necesitamos diariamente, también obviamente es uno de los principales focos de actividad económica en cada país. La innovación y el empredizaje es constante, desde los productores, a las empresas que elaboran y transforman los productos, pero también en los negocios de distribución, restauración y logística. En las diferentes fases del proceso hay grandes focos para crear cosas diferentes, aunque como en tantos otros ámbitos, la labor es sumamente compleja, necesitándose altas dosis de talento, creatividad , esfuerzo y obviamente suerte.
Creo sinceramente que durante los últimos tiempos se ha producido un espectacular auge del emprendizaje agroalimentario . La sostenibilidad, la cercanía o los productos naturales se han juntado a los diferentes avances que nos proporciona la tecnología, de tal manera que se ha cruzado un interesante cocktail que está permitiendo que se acoplen unas nuevas formas de hacer. Por todo ello , opino que desde hace unos años se empieza a ver de forma continuada un agradable soplo de aires fresco, innovador y creativo en lo que respecta a la alimentación y el sector agroalimentario, convirtiéndolo quizá en uno de los sectores más vitales.
La mayor parte de las empresas agroalimentarias surgieron de la idea, trabajo y esfuerzo de algun@s emprendedores, con el tiempo muchas de ellas crecieron y lograron convertirse en grandes marcas reconocidas por tod@s. Hoy en día ocurre lo mismo, aprovechando el momento y las herramientas del tiempo que nos ha tocado vivir.
En los pasados meses ya hablé de dos empresas agroalimentarias que habían pasado de startups a liderar sus respectivos sectores:Chobani y Chipotle son dos ejemplos claros. El caso de ambas organizaciones tiene muchas pautas comunes y que quizá sirva como ejemplo para explicar como la verdadera innovación muchas veces pasa por hacer las cosas de una forma natural y auténtica. Chobani y Chipotle pudieron reinventar dos sectores maduros como el lácteo y el de la comida rápida, en ambos casos su estilo va muy ligado a una estrategia aparentemente sencilla con ideas básicas como:
- Ingredientes naturales
- Sostenibilidad
- Autenticidad
- Calidad
- Cercanía
- Comunidad
- Consumidores que se convierten en fans
- Productores locales
- Alimentos NO industriales
- Uso de la tecnología
A pesar de tener menos medios que las grandes multinacionales alimentarias, parece evidente que una gran parte de la innovación disruptiva del sector agroalimentario está viniendo de las start-ups. Muchas nuevas organizaciones agroalimentarias van a centrarse en los alimentos naturales, el estilo artesano y la capacidad de la tecnología para hacer prosperar sus negocios.
Hoy en día si tecleas la palabra Food Start-up o foodpreneurs y te salen miles de resultados, desde la Food Business School a las Food Start-ups en entrega a domicilio parece que hay un enorme campo de actuación y que el futuro es tremendamente prometedor en dicho campo.
Desde algunas latitudes empieza a verse una gran actividad en la innovación y el emprendizaje agroalimentario como un foco de futuro. Sigo desde cerca una gran parte de lo que está pasando en ese campo y se ven desde los pequeños (grandes) movimientos de los emprendedores hasta los apoyos que vienen desde grandes empresas como fue el caso de Virgin Group con Richard Branson liderando el concurso en Reino Unido . También parece que hay que seguir muy de cerca las nuevas investigaciones y empresas agroalimentarias que vienen desde Silicon Valley o el programa Reimagine Food desde Barcelona.
Todo ello ha llevado a muchos expertos a valorar el nuevo auge del emprendizaje agroalimentario y a valorar que estamos en un tiempo donde parece que vamos a seguir viendo movimientos muy interesantes en el sector.