Las grandes empresas comercializadoras de materias primas agrícolas no suelen ser conocidas por el gran público. A las cuatro grandes generalmente se les conoce como las ABCD, son letras representativas de ADM, Bunge, Cargill y Louis Dreyfuss. Las citadas corporaciones tienen un poder inmenso, tanto económico como en la cadena de valor agroalimentario, son las cuatro grandes comercializadoras de la agricultura mundial y controlan también sistemas logísticos, financieros y de producción vegetal y animal.
En unas semanas prepararé un post en el que analizaré el estudio que hizo Oxfam sobre ellas y dejaré algunas pinceladas sobre su complejidad.
Con el nuevo escenario global y el consiguiente auge de Asia, se da un nuevo fenómeno empresarial: la aparición de nuevos protagonistas en el complejo mundo de las materias primas agrícolas.
Las grandes corporaciones agrícolas asiáticas que ya compiten a día de hoy con las anteriormente citadas ABCD son: la china COFCO, y dos empresas con oficinas centrales en Singapur, Wilmar y Olam.
Al hablar de Asia en general y China en particular, debemos tener en cuenta algunos antecedentes que explican el aumento de las importaciones agrícolas y la expansión internacional:
- La entrada de China en la OMC en el año 2001
- El giro económico del mundo que pasa de un siglo XX eminentemente atlántico a un siglo XXI que incide en Asia Pacífico.
- El espectacular desarrollo económico asiático va unido a una serie de transformaciones:
- La creciente urbanización
- El aumento de la clase media
- El paso a una dieta con mayor consumo de proteínas (carne)
- El desarrollo e implantación de supermercados-hipermercados durante los años 90 del pasado siglo y sobre todo en la última década.
- El comer fuera de casa en restaurantes aumenta de forma masiva a medida que aumenta la renta per cápita.
Nos encontramos por ello con nuevos escenarios en el que dichas corporaciones vienen a representar el auge de Asia. Debemos tener en cuenta de que estamos hablando de una zona del planeta con un % significativamente elevado de la población mundial, y es que entre China y los países del Sudeste Asiático estamos hablando de casi unos dos mil millones de personas.
Es evidente que en otros sectores como los bienes de consumo, la sociedad occidental conoce en general la nueva pujanza de grandes multinaciones chinas como Alibaba, Huawei, Lenovo o Haier, pero todavía no es muy habitual escuchar sobre empresas agrícolas-agroalimentarias que vienen de Oriente.
Desde mi punto de vista, hay que diferenciar dos tipos de estrategias:
- La de las corporaciones agrícolas asiáticas como COFCO, Wilmar y Olam:
- Aunque tienen diversos negocios, están muy centradas en las materias primas agrícolas, tanto para alimentación humana como animal.
- Muy focalizadas en zonas de grandes superficies y cultivos extensivos.
- Su presencia y comercialización es cada vez más intensa en todos los continentes: Sudamérica con la soja de Brasil y Argentina, Uzbekistán y Bulgaria con cereales como el trigo y maíz, Sudeste Asiático con el arroz, Asia Central con el algodón, Indonesia y Malasia con el aceite de palma,y plantaciones en países africanos para diferentes cultivos.
- La de las empresas agroalimentarias asiáticas que están más centradas en producto final: lácteos, cárnicos, o transformados:
- Realizan compras totales o joint ventures con empresas occidentales.
- Además de la compra de producto, hay una necesidad de adquirir know-how en dichas operaciones, es algo estratégico y van buscando mejoras diversas: en conocimiento técnico y científico, en los procesos, en sus sistemas de calidad, en la seguridad alimentaria, en el Marketing y el branding, tanto del producto como de la marca y la organización.
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