En una vieja librería de segunda mano en Estambul me encontré con el libro » Humanizing Schools : New Directions, New Decisions « del profesor Douglas H . Heath. Ya por el título me atrajo y tras leer un poco del argumento decidí comprarlo sin dudarlo y meterlo en la mochila para leerlo en los siguientes días.
En los últimos tiempos estoy leyendo bastantes cosas alrededor del aprendizaje , la educación y todos los cambios que estamos experimentando en nuestra sociedad. También me interesan nuevos modelos y miradas como los que ya comenté en anteriores posts con el Aprendizaje Invisible, Hackear la educación, El Currículum Oculto, El Extreme Learning, La Think Global School.
El presente libro fue publicado a finales de los años sesenta, pero curiosamente casi todo de lo que dice sigue teniendo mucho de actualidad. A pesar de tiene la mirada y las realidades de un profesor de Estados Unidos, puede ser proyectado a la mayor parte de los países, su mirada crítica al sistema educativo y sus experiencias hace que nos encontremos ante una obra y reflexiones tremendamente importantes.
Su lectura a veces resulta provocativa en los comentarios y críticas, aborda temas complejos y reales como el poco interés que tiene para los alumnos los modelos educativos tradicionales. La pasividad , el aburrimiento y la falta de motivación de los alumnos son una constante en las reflexiones que se comentan en el libro. Por otro lado se hace mención a la dictadura del temario y del reloj, esa que hace que casi nadie se salga del guión establecido y marcado. Las consecuencias son repeticiones de temarios durante años sino décadas por muchos profesores lo que confluye en un sistema que muchas veces parece obsoleto y ajeno a la realidad. Todo ello se enfrenta en cambio a un mundo exterior donde casi todo resulta cambiante y en continua evolución.
La relación entre el humanismo y los centros educativos no es nueva, ya desde los tiempos de Sócrates y Aristóteles se hablaba de ello, aunque curiosamente educación no iba relacionada con centros académicos. En partes del libro se refleja como muchos estudiantes con características particulares sienten el aula como una prisión o fábrica donde los encajonan durante horas, semanas, meses, años. Todo ello hace que muchos talentos se desperdicien y muchas vidas se frustren. Con ello estamos ante hechos y realidades en los que la creatividad , el entusiasmo y las ganas de aprender se ven totalmente aniquiladas para muchos estudiantes que solamente piensan en superar materias y examenes.
Algunas cosas que me llamaron la atención las cito brevemente
- Necesidad de cambiar el formato de docencia y dar lecciones. Es un formato obsoleto y que apenas ha cambiado en décadas o siglos.
- Traer con regularidad a gente del mundo exterior para que cuenten y expliquen sobre la realidad que está fuera.
- Necesidad de que los profesores no sean solamente transmisores de materias , deben convertirse realmente en educadores.
- Buscar en los educadores a personas que sirvan como mentores en el camino de los estudiantes. Para ello la experiencia y el conocimiento deben ir ligados al humanismo.
- Resulta absurdo que un profesor de matemáticas no pueda por ejemplo hablar de libros que le han influenciado o marcado en su vida.
- Inculcar materias y conocimientos mediante juegos y ejemplos prácticos que faciliten el aprendizaje.
- La importancia de la lectura como fuente de conocimientos y curiosidad por aprender.
- No valorar solamente los resultados en los examenes, necesidad de avanzar e ir más allá.
- Necesidad de que los estudiantes sientan la curiosidad por el conocer y el aprender, hacer que esa llama permanezca viva durante toda su vida.
Un libro que me ha gustado y que he leído con mucho agrado sobre muchos retos que tiene por delante el sistema educativo. De forma directa me ha llevado a recordar la gran charla de Sir Ken Robinson en la que comenta sobre como las escuelas matan la creatividad.