Como en otras partes del mundo, las migraciones forman parte de la historia y del tejido social y empresarial de Asia. Durante siglos, la población de China ha emigrado, llevándose consigo parte de la cultura de su rica civilización milenaria, pero también como no, sus enormes dotes comerciales.
La huella de China es muy fácil de encontrar cuando viajas y/o haces negocios por el Sudeste Asiático. No es raro escuchar la expresión ethnic chinese para referirse a personas de nacionalidad local, pero con orígenes y antepasados chinos.
Una gran parte de los negocios de los países ASEAN llevan el sello distintivo de ser ethnic chinese. En dichos países, y a pesar de ser un % pequeño del total de la población (exceptuando a Singapur donde es mayoría) los ciudadanos de etnia china copan una buena parte de la actividad económica y empresarial del país.
Es evidente la diáspora china que hay por todo el mundo, pero su importancia es fundamental en países asiáticos como Singapur, Tailandia, Vietnam, Malasia, Filipinas o Indonesia, donde forman parte importante del mapa social y empresarial del país. En general, y aunque pueden estar por todo el país, destaca el haber echado raíces en las capitales o en puntos clave de la costa (como por ejemplo Malacca y Penang en Malasia), ciudades todas ellas con muy buenos puertos que faciliten el comercio.
Las migraciones de chinos al sudeste asiático ha tenido carácter acusado durante los últimos dos siglos, debido a conflictos armados, situaciones económicas desfavorables o problemas políticos: las Guerras del Opio, las constantes hambrunas, la Revolución Cultural o El Gran Salto Adelante, son simplemente algunos de los grandes hechos históricos que forzaron a millones de personas chinas a emigrar.
Históricamente, en China, las regiones al sur del río Yangtze han destacado por sus habilidades comerciales, y debido a ello, no es extraño que una buena parte de los empresarios y profesionales ethnic chinese que encuentras en el Sudeste de Asia vengan de familias que emigraron desde las provincias chinas de Guangdong o Fujian. Hoy en día, dichas provincias son dos de las zonas con mayor actividad comercial y riqueza de China, destacando ciudades como Guangzhou, Shenzhen, Fuzhou o Xiamen.
En mi experiencia personal trabajando en los países del sudeste asiático, prácticamente todos los distribuidores con los que trabajo son de etnia china y sus familias llegaron hace muchas décadas desde las citadas Guangdong y Fujian. En la mayor parte de los casos conservan parte de sus raíces chinas, tanto a nivel cultural como en idioma y en tradicciones, aunque han adoptado sin problemas las realidades, idiomas y nacionalidades de sus países de acogida: Malasia, Singapur, Indonesia, Vietnam, Tailandia o Filipinas.
El auge comercial de Asia durante las pasadas décadas tiene en parte la huella de los chinos cuyas familias emigraron hace décadas a otros países del entorno, principalmente del sudeste asiático. Por ello, cuando trabajas en ciudades como Bangkok, Jakarta, Manila, Ho Chi Minh City, Singapur o Kuala Lumpur, es bueno no olvidar que una buena parte de las personas con las que haces negocios y empresas que visitas tienen el carácter histórico y cultural de ser ethnic chinese.
@Pablo: Gracias por comentar. Creo que el tema africano (y el de América Latina) difiere bastante del que tiene que ver con el Sudeste Asiático. Al final, el Sudeste de Asia es el patio trasero de China, culturalmente es muy cercano, en religiones y filosofías por ejemplo, con el confucionismo y el budismo, que son de amplia aceptación en otros países asiáticos. En Asia, el legado cultural de China es muy fuerte y afecta a muchos países. El caso de China en el continente africano es a mi juicio impulsado por el gobierno y las empresas, pero va muy vinculado a la necesidad de recursos y a la búsqueda de materias primas de China. Directa e indirectamente los chinos influyen en el país, con inversiones y empresas, tanto de gran escala y otras más pequeñas con los emprendedores chinos que llevan el comercio en la sangre. Los chinos como suele ser habitual, no se implican en los asuntos políticos del país,de ahí que no digan nada sobre dictaduras ya que quiren obtener lo que fueron a buscar: recursos. Es a mi juicio un colonialismo con carácteres chinos, donde China gana y el país africano en cuestión obtiene cosas a cambio: inversiones, préstamos suaves, productos para su población o tecnología de calidad media. Hay un libro bueno al respecto, China en África, lo reseñé hace tiempo en Leer y Viajar, creo que te va a gustar http://www.leeryviajar.com/periodismo/china-en-africa-pekin-a-la-conquista-del-continente-africano/ .
Un placer leerte Iván, como siempre.
Mientras leía, pensaba acerca de la posibilidad de que algo «similar» pudiese ocurrir a largo plazo en algunos países africanos. Ante la llegada masiva de inversión china, y habiendo ya gran número de sus ciudadanos establecidos en el continente, algunos abren ya negocios y crean empresas en África.
Aquí, por ejemplo, un artículo sobre inversores chinos en África. Aunque es ya antiguo, es de interesante lectura: https://mg.co.za/article/2011-02-14-far-from-home-chinese-investors-find-rewards
Tú que has leído más sobre el tema, ¿crees que la diáspora china podría llegar a tener cierta influencia comercial en algunos de estos países poco desarrollados? Sé que la distancia geográfica y cultural lo dificultarían, pero me parece una posibilidad. ¡A ver qué dice la voz del experto! 😀
Un abrazo!