Estos días he acabado de leer el libro «The Gap-year Advantage. Helping your child benefit from Time off before or during College». La gente que me conoce sabe de mi pasión por estos temas relacionados con lo que he llamado viajaprendizaje. El libro aborda en la primera parte diversos apartados para explicar causas y motivos para tomarse un tiempo de parada. Se centra en el tiempo de antes o durante los estudios, aunque obviamente es extensible a hacerlo durante la carrera profesional.La perspectiva es bastante amplia, y en la segunda mitad del libro da una importante cantidad de recursos y de páginas webs que ayudan a orientarse y a recabar información sobre estos temas.
El libro ha sido escrito por Karl Haigler y Rae Nelson, que cuentan con una larga trayectoria en temas relacionados con la educación, el aprendizaje y el mundo de la empresa. Tanto Karl como Rae son dos personas que están muy implicados en todo lo que tiene que ver con los Gap Years en Estados Unidos, donde suelen aparecer como ponentes para hablar de los beneficios de tomarse ese tiempo que aquí mal llamamos sabático.
Se da la casualidad de que a la par estoy leyendo el libro «Por el Himalaya» del explorador Sir Francis Younghusband y de su libro de viajes he extraído otros apuntes que van muy ligados al poder que el viaje ejerce en el aprendizaje.
Hay dos frases del libro de Sir Francis que me ha hecho acoplarlo al post y son las siguientes:
«Los jóvenes necesitan espacio para respirar,estar solos y encontrarse a ellos mismos»
«A los jóvenes se les mete prisa y se les transforma en un rebaño con muchos otros muchachos y se les obliga a meterse en un molde, encajen en él o no»
El Gap Year es algo poco corriente en España, donde el proceso es lineal tras acabar el bachillerato y la Universidad. La presión social y las formas de nuestra sociedad ha ido muy ligado al tener un empleo y desear acumular bienes materiales (coche y casa principalmente). Por todo ello no es complicado afirmar que la mayor parte de nuestros estudiantes y una gran parte de nuestros profesionales tienen una mirada provinciana del mundo. Algo que finalmente termina repercutiendo directamente en la forma de abordar nuestras empresas y proyectos en el entorno global.
El lugar referencia sobre los Gap Year es desde siempre Inglaterra, donde es aceptado por todo el sistema educativo, las familias, los empresarios y la sociedad en general. En Estados Unidos es una práctica menos popular, aunque instituciones académicas de primer orden como Harvard o Princeton valoran muy positivamente su uso. En otros países anglosajones como Australia o Nueva Zelanda es una práctica bastante normal, al igual que en países del norte de Europa.
Me han gustado mucho algunas de las cosas que se dicen en el libro del Gap Year, creo que ayudan a tomar conciencia de lo que puede suponer para ciertos jóvenes (y no tan jóvenes) ese tiempo de parada para viajar. A modo de resumen comparto algunas de esas notas:
«Sal de lo académico y aprende lecciones de vida que te den perspectiva para elegir tu propio camino»
«Explora mundo, gana perspectiva, y reconecta con la pasión por aprender»
«Viajar y exponerte a otras realidades te saca de la zona de confort»
«Vivir experiencias, muchas son vitales y transformadoras»
«No te enfoques solamente en lo académico, explora nuevos mundos, toma perspectiva del mundo real y de ti mismo»
«El viaje en solitario te llevará a otro nivel de madurez y conocimiento de ti mismo»
«El viaje te llevará a explorar diferentes culturas y tierras, pero sobre todo te llevará a un aprendizaje y conocimiento vital de ti mismo al experimentar el mundo real»
«Vas a redescubrir la pasión por el aprendizaje y te vas a convertir en un aprendiz activo»
También hay una reflexión que me ha llamado la atención sobre el Gap Year, es la necesidad de marcarse algunos retos y la importancia de hacerlo como una experiencia simple. En lo que respecta a los retos habla de diferentes proyectos que pueden ser desde marcarse un viaje, proyectos de voluntariado o un reto personal, aunque obviamente pueden ser muchos más y van a depender de la propia persona.
En mi caso me gusta no centrarlo solamente en edades de época estudiantil, creo que cada vez puede ser más extensible al mundo profesional, donde una gran cantidad de gente está quemada por la rutina y las formas de hacer. La oportunidad de tomarse un tiempo de parada para viajar es algo que cada vez nos va a ayudar más en ciertos procesos de cambio.
Creo sinceramente que esos periodos de parada son cada vez más necesarios, para ello dependen en gran medida de la actitud de las personas para ver y reconocer lo que consideran como realmente importante en sus vidas. En épocas estudiantiles es sin duda un puente entre la educación formal académica y el mundo real.
A través del Gap Year mucha gente descubre su pasión y una estrategia de vida, alcanzando un gran conocimiento de si mismos y del mundo que les rodea. Es por todas experiencias vitales que podemos vivir por lo que creo que debería ser implantado (y respetado) tanto en nuestros centros educativos como en una gran parte de las organizaciones.
Hola Julen. La verdad es que todos estos saraos no es algo que sea muy aceptado ( y entendido) por el sur de Islandia 🙂 . Soy muy consciente de que es algo no muy bien visto por estas latitudes, ni en el mundo académico, ni en la empresa, ni en la sociedad. Pero bueno, al final creo que como en tantas otras cosas uno debe apostar y creer en algo. Ya sabes mis opiniones e intereses sobre estos temas, es algo que me apasiona. Tomar aire fresco y pararse a pensar es siempre positivo, el hacerlo en movimiento y viajar es algo que nos deja unas experiencias vitales muy importantes.
No cabe duda de que en nuestra cultura no está asumido. Enseguida dirán que «vaya morro» con una mezcla de envidia y de crítica. Quizá el sistema está pensado para que no suceda. Hasta donde sé hasta en las carreras académicas, donde está reconocido como tal (aunque con ciertos matices) no tiene buena prensa. Una lástima porque no cabe duda de que es una manera de conocer y re-conocerse 😉