Japón primero, y Corea del Sur después, fueron dos países asiáticos que empezaron fabricando productos de poco valor añadido. Con el paso del tiempo, su industria se transformó, primero con la copia y posteriormente con altas inversiones en I+D e innovación. Con ello, las empresas japonesas y coreanas llegaron a los mercados internacionales con marcas de gran calidad y en muchos casos incluso se convirtieron en líderes de sus sectores y desbancaron a empresas occidentales que un día los habían liderado. Marcas como Toyota, Yamaha, Sony, Samsung y Hyundai son reconocidas hoy en día a lo largo y ancho del planeta.
El auge de China es muy complejo y debe ser analizado desde un prisma mucho más amplio que el de Japón y Corea. Además de la cantidad de población y de su inmensidad en extensión, hay que tener en cuenta que China ha sido casi siempre una potencia mundial (salvo en el siglo XIX y XX) y que ha realizado algunas de los mayores innovaciones de la historia de la Humanidad: Papel, pólvora, seda, imprenta o brújula son solamente algunas de las grandes aportaciones de China al mundo.
El desarrollo económico de China ha ido parejo a múltiples factores, destacando a mi juicio cinco:
- La apertura promovida por las reformas económicas de Deng Xiaoping
- El desarrollo de las zonas económicas especiales
- La re-incorporación de China al comercio mundial
- Los bajos costes de mano de obra que provocaron que China fuera (y todavía sea en parte) la fábrica del mundo
- La deslocalización de empresas internacionales en territorio chino y el know-how adquirido debido a ello
En tiempos recientes, hemos visto como la economía china empieza a ralentizarse y ya no va a poder volver a los crecimientos en doble digito que mantuvo durante años. Parece claro que el país va a dejar de depender de las exportaciones y cada vez lo hará más del consumo interno. A pesar de todo ello, los interrogantes son varios y la forma en que se desarrolle dicho proceso va a ser de vital importancia, tanto para la propia China como para una gran parte de los países del mundo.
El Gobierno de China ha desarrollado un plan denominado Made in China 2025 que concluirá en 2049, cuando precisamente se cumplirá un siglo de la formación de la República Popular de China.
El plan tiene tres fases:
- Primera fase, año 2025: Con el objetivo de reducir las diferencias con otros países líderes (Estados Unidos, Alemania y Japón principalmente).
- Segunda fase, año 2035: Con el objetivo de fortalecer la posición de China
- Tercera fase, año 2049: Con el objetivo de liderar la innovación mundial
Los objetivos de dicho plan pueden resumirse en los siguientes:
- Priorizar la Innovación
- Mejorar la calidad
- Desarrollo económico sostenible
- Optimizar la industria
- Promover el talento de las personas
Los sectores prioritarios que China quiere potenciar y mejorar con dicho plan son los siguientes:
- Equipamiento eléctrico
- Maquinaría agrícola
- Tecnologías de la información
- Nuevos materiales
- Equipamiento aeroespacial
- Equipamiento ferroviario
- Ahorro energético y vehículos con energías renovables
- Ingeniería naval con tecnología avanzada
- Herramientas de control numérico y robótica
- Equipamiento médico
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