Descubrí hace años a la profesora Marina Mazzucato gracias a un artículo de El País. Tenía pendiente desde entonces leer su libro The Entrepreneurial State y ha sido ahora en Singapur cuando lo he terminado. Lo primero que debo decir es que el libro te abre los ojos y que te ayuda a reflexionar sobre el papel que tienen el Estado y las empresas privadas en la innovación.
La profesora Mazzucato nos ayuda a entender en su pleno contexto la importancia del papel del Estado y del sector público en la I+D y por ende en la innovación de nuestra sociedad.
El libro se refiere en general a Estados Unidos, meca del individualismo y de la imagen del emprendedor hecho a base de esfuerzo e ideas creativas, pero también un lugar donde ha sido clave la inversión del Estado en tecnologías disruptivas.
Aunque está centrado en Estados Unidos, también hay breves apuntes y referencias a otros países como Alemania, Finlandia, Japón, China o Corea del Sur, lugares donde el Estado ha hecho fuertes inversiones en I+D durante las pasadas décadas. Las referencias a la inversión en I+D y su relación con el desarrollo del país marca una orientación sobre la importancia que ello tiene en una sociedad.
Una de las principales conclusiones a las que llegamos es que el Estado cuenta con fondos, visión a largo plazo y paciencia, algo de lo que suelen carecer muchos inversores y empresas privadas. Por todo ello, el Estado jugó un papel clave tanto para la investigación básica como para la creación de tecnologías que han cambiado el mundo.
Algunos de los sectores claves donde el Estado ha sido clave son internet, las telecomunicaciones, la salud-medicina-farmacia, la nanotecnología o la energía. Aunque a primera instancia puede parecer contradictorio, las empresas privadas se han aprovechado (y aprovechan) de las grandes innovaciones e investigaciones hechas con financiación pública. Investigaciones que en muchos casos dieron lugar a las tecnologías sobre las que se sustentan algunas de las empresas más reconocidas del mundo.
Apple es nombrada varias veces en el libro, una de sus grandes revoluciones en internet fue la pantalla táctil y eso ocurrió gracias a fondos públicos que tenía la Universidad (pública) de Delaware donde se creo la empresa FingerWorks, posteriormente comprada por Apple. También hay numerosas referencias a un mundo famacéutico que aunque presume de innovación, se basa muchas veces en la investigación básica que tiene lugar con financiación pública en los NIH (National Institutes of Health).
Al centrarse mucho en Estados Unidos es inevitable la referencia al papel de la investigación militar y al desarrollo de tecnologías que posteriormente pasaron a ser de uso civil. Internet y el GPS son tecnologías que tuvieron sus inicios en la investigación con fines militares. Algunas de las agencias de las que se habla en el libro son DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) , ARPANET ( Advanced Research Projects Agency Network), y SBIR (Small Business Innovation Research) que apoyó en sus inicios a Intel, Compaq, Apple, Symantec o Qualcomm.
En definitiva, un libro muy importante que nos ayuda a entender el papel del Estado en la innovación.