Desde hace meses tengo en una de mis libretas la anotación para escribir un post sobre los mentores.La semana pasada estando en Estambul recordé el tema tras leer un post en el blog de Richard Branson sobre ello: The importance of mentoring.
La verdad es que siempre he considerado necesario tener mentores, a veces uno simplemente los encuentra en el camino de la vida, otras veces aparecen porque estamos en el lugar y el momento adecuado.Sea como fuera creo que ejercen un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento personal de las personas, tanto desde un plano humanista como desde uno profesional.
Los mentores suelen ser pilares básicos en muchos campos de nuestra vida y ejercen como catalizadores necesarios de cambios y mejoras (al menos así lo siento por mis experiencias en carne propia). Algunos mentores pueden valer para diversas personas, pero otros no son reproducibles en serie como si de una fábrica en masa fuera. Hay mentores de todo tipo, pero nuestra sociedad actual ha ido dejando de lado muchas veces el conocimiento de su experiencia. Las características de los mentores, su influencia e importancia no suelen ser genéricos ni estandarizables, suelen ser puntuales como si de un abanico de colores inmenso se tratase. Esa rica diversidad está esperando para quien sepa encontrarlos y disfrutar de su conocimiento o experiencia.
A pesar de su vital importancia su figura apenas se nombra, las escuelas de negocios y el aburrido mundo empresarial se centra en manuales de liderazgo, de management o del renombrado coaching. Uno apenas encuentra referencias a los mentores, tampoco a los sabios, a los verdaderos maestros o a los seniors que son casualmente los que podrían trasladar un conocimiento tácito que muchas veces se pierde de forma estúpida. Hoy quiero reflexionar sobre ello y de paso hablar de mi experiencia personal.
Un mentor no es alguien que te da todo mascado, es alguien que te ayuda a crecer, pero sobre todo te puede ayudar a reflexionar y a dudar de lo que ves alrededor. Sobre todas las características básicas de esas personas llamadas mentores creo que fluye la confianza y de forma directa la necesaria experiencia para saber de algunos temas. No hace falta ser experto en todo, pero si es necesario tener unas bases robustas que pueden ser humanas, sociales, personales o profesionales que hacen del mentor alguien que uno no puede encontrar con picar a una puerta.
Respeto figuras de las que se habla últimamente como el coaching, los coaches parecen que están en boca de casi todo el mundo. Desde el desconocimiento sobre el tema reconozco que me abruma la oferta que hay sobre eso y la ausencia que hay de mentores. Quizá por ello siento más confianza por la vieja palabra de mentor, a lo mejor es por mis vivencias, pero uno que tiene la capacidad de opinar o valorar sobre ese tema determinado. Al igual que con la palabra aprendiz, siento un profundo respeto por unas formas en las que creo, estilos que desgraciadamente se van perdiendo o caen en desuso por modas o porque las palabras en inglés suenan más cool.
Me gusta mucho la propia definición que se hace en wikipedia sobre el tema:
La mentoría es una relación de desarrollo personal en la cual una persona más experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada o con menor conocimiento. La persona que recibe la mentoría ha sido llamada tradicionalmente como protegido, discípulo o aprendiz.
La mentoría envuelve la comunicación informal, usualmente cara a cara y durante un período de tiempo sostenible entre una persona que se percibe poseedor de más conocimiento relevante, sabiduría o experiencia (el mentor) y una persona que se percibe con menos (el protegido).
En la definición en inglés de wikipedia se profundiza mucho más en el tema y se incide de nuevo en términos interesantes: informal, conocimiento, capital social, cara a cara, sostenido en el tiempo.
Debo afirmar que los mentores no aparecen llamando a un teléfono determinado ni buscando en google. Creo que tampoco acudiendo a un lugar u otro, creo que muchas veces aparecen simplemente por la necesaria búsqueda que debemos experimentar en nuestra vida personal y profesional.
Reconozco que no he tenido muchos, pero si puedo nombrar a tres que de forma directa y vital me han ayudado en el camino de vida, tanto a nivel personal como profesional.
- Mi tío Timoteo abriéndome los ojos del mundo y hablándome de la necesidad de realizar viajes largos, de experimentar la importancia de parar en la vida académica y profesional para viajar. El conocimiento y el interés por el viajaprendizaje se lo debo a su persona, sus aportes sobre el gap year han sido básicos. El huir de la educación formar para buscar la vida real a través del viaje con la necesidad vital de conocer y experimentar la diversidad del mundo y sus gentes. El viaje y la mochila como la mejor escuela de la vida. Todo ello con el apoyo de buenos libros que me fueran llevando a un conocimiento y aprendizaje autodidacta basado en la curiosidad por aprender y saber.
- Paulino: Capataz que tuve la suerte de encontrar durante mi año realizando el proyecto fin de carrera de Ingeniero Técnico y antes de ir a hacer la superior de Agrónomos. A su lado aprendí mucho en la forma de tratar a las personas, de buscar un equilibrio en la vida, de seguir la llama interior y la pasión que viene de las corazonadas.
- Julen: Lo encontré al realizar el MBA en el País Vasco. Humildad, sencillez, conocimiento y cercanía unidos a un fuerte compromiso social. Su inquietud intelectual y el ir un paso por delante me ha servido para explorar campos desconocidos. Su confianza en la gente joven y su capacidad de trabajo o implicación siempre lo he considerado algo digno de señalar. Su apoyo en mi viaje vuelta al mundo y en el proyecto Trendtrotters fue vital.
Tres personas diferentes que fueron apareciendo en el camino de mi vida, tres mentores a los que de forma directa les debo mucho de lo que soy.
@Noé: Gracias por las reflexiones, me parece muy interesante eso que comentas de los ejemplos, algo en lo que no había caído. Me gustan algunos de los ejemplos que pones, creo que en muchos casos reflejan de forma extraordinaria y es evidente la gran influencia en el aprendizaje y crecimiento..Lo cierto es que tanto con lo que comentas como con lo que he tratado de escribir en el post parecen figuras muy diferentes la el mentor y el coach. Y comparto lo que dices de que es mucho más complicado encontrar un mentor que un coach. Un abrazo.
Felicidades Iván.
Para empezar, un gran post, con grandes detalles y 100% de acuerdo contigo.
En mi opinión, y como bien dices un coaching es más un instructor que necesitas encontrar a partir de una necesidad externa (diría yo) que tienes que interiorizar para encajar o alcanzar una meta específica/real (como dice su descripción). Es decir, para el sujeto es necesaria esta habilidad o desarrollar alguna parte de su cuerpo para ser más completo/competitivo acorde con la demanda externa (siempre hablando del cuerpo/yo).
En cambio, creo que el mentor (tutor) o ser discípulo es más una necesidad interna, que a partir de ello nos libera e enriquece a la vez (ambas partes). Le daría más un sentido místico o vocacional. Es decir, cuando la persona ya sabe que quiere hacer y ha practicado para ello, hay un momento que necesita aprender más o transmitir esa sabiduría, pero en la dirección que le marca su interior y no lo externo. Por esta razón y en mi opinón, es mucho más difícil encontrar un mentor que un coach y que más complicado. Todo esto, porqué este (mentor), asume gran responsabilidad, ya que, y según mi opinión, internamente querrá que este asimile sus conocimientos correctamente, los evolucione y mejore, para superarle finalmente, y así, seguir con la esencia de lo realizado.
Creo que un gran ejemplo de mentor lo encontraríamos entre Sócrates y Platón entre muchos más. Pero buscando símiles o comparaciones respetables, y con una mezcla cinematográfica quizás explosiva, a mi cabeza me han venido una sèrie de films. Principalmente, Karate Kid, donde Daniel Larusso (discípulo) busca al señor Miyagi (mentor) para derrotar a Johny Lawrence (alumno) de la escuela Cobra Kai cuyo Sensei (coach) es el ex capitán del ejército John Kreese. Pero véase también Matrix (Neo&Morfeo vs Sr.Smith&Matrix), rocky III (rocky&apolo vs M.A.&team), Kill Bill, Acero Puro, etc…
Bueno, en conclusión, veo más un mentor como un padre y un coach como un profesor (siempre hay la declaración de los profesores que dicen que hay valores que ellos no deben enseñar, si no los padres son los responsables.) Pues eso, la hipótesis más sencilla es siempre la más acertada.
Un abrazo y felicidades nuevamente.
@Juanjo: Gracias por tus reflexiones como siempre. La verdad es que considero a esa palabra y lo que significa como algo noble, viejo incluso si me apuras, pero cada vez más necesario. Y la verdad me hace recordar muchas cosas alrededor de todo lo que andáis de la artesanía, es decir me identifico con esa palabra y lo que conlleva a todos los niveles. Llevaba tiempo con notas en la vieja Moleskine sobre el tema, Branson me ha hecho recordar :). Abrazo
@Jesús: Debo confesar que como comento en el post desconozco muchos de los entresijos del coaching, no seré yo el que niegue sus virtudes que estoy seguro que las tiene. Pero si tengo que serte sincero, como en otras cosas de la vida debo elegir y me quedo con una forma de aprender quizá con la que me siento más a gusto, más alejada de las modas y de los nuevos conceptos. Eso no quiere decir que deba renegar de algo que no he usado, pero lo del mentor o del aprendiz lo considero más acorde con mi forma de ver las cosas e incluo con mi personalidad. En cierta forma como le digo a Juanjo lo veo parejo a esa forma de hacer más artesana. Con lo de alejarse o quedarse es buena reflexión, quizá mi experiencia me dice que los mentores siempre están ligados al aprendiz, no fisicamente pero si moralmente e incluso con una gratitud eterna que siempre es reciproca. Un abrazo
Comparto totalmente el post, Iván.
Creo que aunque solo sea por edad se me va acercando este asunto desde el lado de hacer de mentor… y algún pinito modesto incluso hago… 😉
Pero creo que te falta añadir un detalle que me parece importante: es verdad que se exige que la función se ejerza de manera prolongada, pero también que hay que estar muy atento a estar ahí sólo cuando hay demanda. Respetar lo que cada uno siente como necesario y saber cuándo retirarse me parece igual de fundamental.
Y que conste que lo dice alguien que en teoría es coach… 😉
Un abrazo.
Felicidades por el post Iván… lo resumiría en una palabra: «persona íntegra». Una persona con firmes convicciones aunque sean dudas, experiencias y siempre con la generosidad de dar sin esperar recibir.
Yo también he tenido mentores y los busco. Y grandes amigos que leyendo y hablando mucho siempre aprendo de ellos, como tú.
Gracias por todo y un abrazo enorme