Hace más o menos un año, el amigo Amalio Rey volvía de uno de sus viajes de aprendizaje sobre Inteligencia Colectiva en Estados Unidos. Tras aquel viaje, venía cargado de libros y entre tweet y tweet me dijo que el libro Prisioneros de la Geografía de Tim Marshall conectaba con mis áreas de interés por el mundo.
Tras ojear información en internet, pude ver que se trataba de una temática parecida al famoso libro La venganza de la Geografía de Robert D. Kaplan que con gusto leí hace años. Con todo ello, el trabajo de Marshall prometía y compré el libro para leerlo durante mi viaje por la campiña de Bielorrusia y la inmensidad de China.
Tenía pendiente reseñar el libro desde hace meses. Hoy me pongo a ello y empiezo a analizar la enorme cantidad de notas y subrayados que tengo del mismo, así que al igual que me ha pasado con otros libros, tendré que escribir varios posts al respecto.
Tim Marshall se interesa por temas de la geografía durante sus viajes por los Balcanes en la década de 1990. Yo me identifico con el autor, pues adoro viajar por la región balcánica, lo he hecho desde hace tiempo y tengo un gran interés por aquel dramático conflicto que asoló una región rebosante de diversidad.
Como bien nos dice el autor, hay que tener en cuenta que las reglas de la geografía, que aprendieron Aníbal, Sun Tzu y Alejandro Magno, siguen siendo válidas para los líderes actuales.
Entender cosas de nuestro tiempo como la importancia que en Europa tienen las llanuras y los ríos navegables a la hora de conectar regiones y generar unos lazos culturales capaces de poner en marcha el mundo moderno. También entender que las causas antiguas son a veces las que llevan a los conflictos, como los de Irak y Siria y el analizar cómo las potencias colonizadoras ignoraron las reglas de la geografía.
El libro se subdivide de forma sencilla en una introducción, una decena de capítulos que constituyen partes geográficas de nuestro planeta y al final hay una serie de conclusiones.
Las zonas geográficas son las siguientes:
- Rusia
- China
- Estados Unidos
- Europa Occidental
- África
- Oriente Medio
- India y Pakistán
- Corea y Japón
- América Latina
- El Ártico
Creo sinceramente que cada una de dichas partes da de sobra para al menos un post, así que trataré de ir escribiendo durante las próximas semanas sobre ellas.
De momento he creído prudente empezar con algunas de las muchas notas que he tomado de la fantástica introducción, un camino para ir desgranando un libro extraordinario:
- El mundo siempre ha sido inestable y el futuro es impredecible por naturaleza
- Es innegable que asistimos a cambios esenciales que incidirán en nuestro futuro y en el de nuestros hijos, independientemente de dónde vivamos. Cambios económicos, sociales y demográficos, todos ellos ligados a rápidos cambios tecnológicos, con implicaciones globales que separan los tiempos que vivimos de aquellos que los precedieron.
- Durante más de doscientos años, Estados Unidos ha gozado de unas condiciones geográficas y de unos recursos naturales sumamente favorables. ¿Las divisiones y emociones enquistadas a lo largo y ancho del norte de África, de Oriente Medio y del sur de Asia son una causa perdida o hay señales esperanzadoras de cara al futuro? Europa se ha acostumbrado a la idea de paz y prosperidad. ¿Acaso no corremos el riesgo de darla por sentada? ¿Seguimos entendiendo lo que ocurre a nuestro alrededor?
- El terreno en el que vivimos siempre nos ha condicionado. Ha condicionado las guerras, el poder, la política y el desarrollo social de las gentes que ahora habitan casi todos los rincones del planeta. Las decisiones de aquellos que lideran a los siete mil millones de habitantes del planeta no dejarán nunca de verse supeditadas, hasta cierto punto y como siempre ha pasado, por los ríos, montañas, desiertos, lagos y mares que nos limitan.
- En líneas generales no existe un factor geográfico más relevante que otro. Las montañas no son más importantes que los desiertos, ni los ríos que las junglas. Cada rincón del planeta tiene sus propios rasgos geográficos, y estos son factores predominantes para determinar lo que la gente puede hacer y lo que no.
- La geopolítica se centra en los modos en que las relaciones internacionales se definen en función de los factores geográficos: no solo por el paisaje físico —las barreras naturales que conforman las montañas o las conexiones que establecen las redes de ríos—, sino por el clima, la demografía, las regiones culturales y el acceso a los recursos naturales. Factores de este tipo pueden tener un impacto muy significativo en aspectos muy variados de nuestra civilización, desde estrategias políticas y militares a cuestiones de desarrollo social, incluyendo el lenguaje, el comercio y la religión.
- China e India: dos países descomunales con poblaciones inmensas que, pese a compartir una frontera larguísima, no están alineados ni política ni culturalmente. entre ambos se levanta la cordillera más alta del mundo y resulta prácticamente imposible movilizar largas columnas militares a través o por encima de los Himalayas.
Como nos recuerda el autor en la introducción del libro, la geografía, y el relato que explica cómo las naciones se han establecido en ella, siguen siendo cruciales a la hora de entender el mundo de hoy y nuestro futuro.
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