El viernes por la noche regresé a Barcelona tras tres semanas trabajando por Asia. En esta ocasión estuve por Taiwán, Corea de Sur, China y Filipinas y especialmente en sus grandes ciudades: Taipei, Seúl, Shanghai y Manila. Como suele ocurrir en cada uno de mis viajes al continente asiático, las lecciones son constantes y los aprendizajes me dejan huella.
Cada país tiene unas realidades totalmente diferentes, en la forma de trabajar, en el tipo de proyectos, así como en sus diversas realidades sociales, culturales y económicas. La verdad es que no suele haber una reunión parecida, como tampoco hay ningún distribuidor similar, cada lugar es un mundo propio.
Las empresas que suelo visitar suelen ser variopintas, dependiendo del viaje pueden ser multinacionales, empresas líderes en el país, conglomerados que trabajan en varios países, empresas familiares y pymes.
Algunas empresas tienen pocos productos, otras en cambio tienen una gran diversidad en mercados y negocios. Las personas con las que me suelo reunir van desde I+D, Marketing, desarrollo de producto (o negocio), personal técnico-comercial y en algunos casos también jefes de la unidad de negocio y/o gerentes.
En el presente viaje me dejaron huella dos personas en Filipinas, con cargos de responsabilidad alta en sus organizaciones. Las lecciones que me llevé de ambas fueron varias y tenían relación con su estilo humanista y social de hacer negocios, algo con lo que sin duda me siento muy identificado.
A continuación dejo algunos de los rasgos que apunté tras las reuniones en mi libreta:
- Cercanía y empatía desde el primer momento de la reunión
- Pese a ser una reunión técnico-comercial, el ambiente era distendido y fueron varias las bromas a lo largo del encuentro.
- Ambas reuniones comenzaron con temas ajenos al negocio: La conexión histórica de Filipinas con España en el primer caso y un futuro viaje a España en el segundo.
- Me llamó la atención el fuerte componente social de ambas personas y por ende de las organizaciones que lideran, incluyendo becas de escuela para niños y diversos proyectos sociales de renombre.
- Pensamiento out of the box como personas, pero también como responsables de negocio, lo que se aplica a la organización, tanto en la forma de liderazgo, como en la gestión de personas, la libertad de acción de los trabajadores o los proyectos de innovación.
- Nuevas ideas y desarrollo de productos basados en la observación y aprendizaje de las realidades y tendencias que ocurren en la calle y en diferentes mercados.
- No son cortoplacistas
- Fuerte sentimiento de equipo
- Estructuras horizontales, no jerárquicas
- Flexibilidad y transparencia