Escribo el último post del año desde Singapur y lo hago con música de fondo que mezcla sonidos híbridos de jazz y guitarra española. Soy de las personas a las que al finalizar el año les gusta hacer balance de los doce meses que se quedan atrás, y aunque la mayor parte de las veces simplemente pienso en ello, en otras ocasiones lo pongo en papel o me da por darle a la tecla.
El 2019 ha sido un gran año, tanto en lo personal como en lo profesional y me servía para dejar atrás algunos hechos tristes acontecidos en el fatídico 2018.
En Singapur estoy muy a gusto y feliz, un lugar muy agradable para vivir que permite tener una vida tranquila. La ciudad-estado es un enclave especial, su dinamismo y multiculturalidad me permite seguir aprendiendo y creciendo a nivel personal y profesional. Para alguien como yo al que le interesa y fascina Asia, Singapur es un HUB que permite apreciar muchas realidades, también es un lugar donde puedo disfrutar de pequeños placeres como son su rica gastronomía o su espectacular red de bibliotecas públicas.
Lo primero y más importante del 2019 ha sido sin duda el haber recibido a mitad de Mayo la noticia de que mi pareja estaba embarazada. Siempre he estado abierto a la paternidad y dicha experiencia era algo que por diversas circunstancias no se había dado durante la pasada década. Ahora, a escasos días de que nazca el pequeño Daniel miro con una enorme alegría y felicidad todo lo vivido.
A nivel profesional también ha sido muy destacable y ha estado marcado principalmente por el cambio de empresa. A finales de Junio cerraba mi etapa como Area Sales Manager para Asia Pacífico en la empresa Lipofoods de la multinacional Lubrizol. Tras cinco años y medio con muchas experiencias y aprendizajes, decidí dar por acabada una época y emprender nuevos retos profesionales. La nueva etapa me permitía seguir vinculado a Asia y me integraba al equipo de Ernesto Ventós para desarrollar su filial en Singapur. Me incorporaba a una empresa centenaria líder y que con su dinamismo y talento es referencia global en el el sector de las materias primas para las industrias de los aromas y las fragancias. Miro con mucha ilusión el proyecto que tenemos por delante y con humildad y curiosidad sigo aprendiendo cada día, tanto del equipo como de los clientes y la industria.
En el presente 2019 he viajado regularmente y prácticamente cada mes he hecho un viaje internacional. He viajado bastante por trabajo, pero a nivel de mochila lo he hecho menos que en años pasados. Por trabajo he estado en India, Indonesia, Malasia, China y Vietnam, además de en España, Suiza y Singapur. Regresé como cada año a visitar clientes en Mumbai, Jakarta, Kuala Lumpur, Shanghái y Ho Chi Minh. También he estado en Ginebra para la feria Vitafoods Europe y en Bali para IFEAT 2019, además de las tres semanas en Barcelona para una intensa formación durante el mes de Julio.
En las escapadas de mochila he estado dos veces en el sur de Tailandia, concretamente en Koh Lanta, Krabi y Kata Beach, Me quedo sin duda con Koh Lanta, una isla tranquila y hermosa que pude recorrer en moto y en la que disfruté un montón de sus fantásticas playas y atardeceres espectaculares.
He leído mucho durante 2019, y algunos de los libros que más me han gustado los resumí en el post que hace balance de las mejores lecturas del año. Entre las lecturas hay mucho ensayo, mucha Historia y algunas novelas. Entre los temas de los que más he leído está la tecnología y su papel en el futuro de nuestra sociedad. He escrito mucho en mis libretas pero muy poco en los blogs, algo en el presente blog de #viajaprende, pero nada en el de viajes de Ciudadano en el Mundo y muy esporádicamente en el de Leer y Viajar. Espero que en los próximos meses vuelva a tener inspiración para escribir historias de viajes, personas y de libros.
Me siento muy feliz y agradecido a la vida y a la gente que me quiere. Por todo ello y por mucho más, doy las gracias al 2019 y espero con optimismo y felicidad el 2020.
Os deseo un feliz 2020 lleno de paz, prosperidad, salud y amor.
@José María: Feliz año también para ti. Pendiente tengo la visita para verte en Pamplona, a ver si es posible en 2020. Un abrazo.
@Julen: Gracias Julen. Mis mejores deseos para ti y la familia en el 2020. A ver si puedo pasarme por Bilbao cuando vaya.
Me alegro mucho de esas magnificas experiencias de 2019, Iván, y que encares 2020 con nada menos que la ilusión y la responsabilidad de ser papá, además de con nuevos retos profesionales.
Por aquí, recordarte que tenemos pendiente «desvirtualizarnos», además de una concienzuda visita a la Pamplona de Hemingway.
Un fuerte abrazo.
Lo mismo, Iván. Espero que te vaya todo genial en este 2020, que creo dejarás marcado para siempre en la agenda. No todos los años se es aitatxu 🙂