Estoy leyendo el interesante report Asia 2050, elaborado por el Asian Development Bank. Hacer predicciones a más de treinta años es complicado, pues hay infinidad de variables y de cambios disruptivos que todavía están por venir y que hoy en día no podemos ni imaginar. Hace tiempo ya hice un post sobre China 2050 en el que se planteaban algunos de los retos y visiones que tenía por delante el país más poblado del mundo.
La forma en que el mundo habrá cambiado de aquí a 2050 es impredecible, como también lo será el continente asiático en particular. No obstante, creo que son orientaciones que nos ayudan a vislumbrar parte del camino que se va a crear.
Una parte importante y clave del siglo XXI va a tener relación con el continente asiático. Asia va a tener en unas décadas más de la mitad del PIB global, con tres de las cuatro mayores economías del mundo: China, Japón e India.
Por ejemplo, es interesante observar como en el grupo que forman los siete países de China, India, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia y Tailandia se genera más del 87% del PIB de Asia y la población excede de los tres mil millones de personas, cifras que sin duda marean y que ayudan a poner en perspectiva algunas de las dimensiones del continente.
Las previsiones de crecimiento de aquí a 2050 son exponenciales, pudiendo llegar a multiplicarse el PIB de Asia por ocho y aumentando la población urbana de los 1600 millones actuales a unos 3100 millones. Las mareantes cifras nos muestran parte del valor y el papel predominante que Asia va a tener, con diversas implicaciones para cada país, tanto a nivel nacional, como regional e internacional.
Gestionar esos crecimientos y cambios no va a ser tarea sencilla, y asociado con ello hay también unos riesgos y retos que se pueden resumir en:
- El problema de la desigualdad que puede dar origen a tensiones sociales y a inestabilidad política. Dicho problema es complejo, se produce entre países, pero también internamente de forma muy acusada entre las ciudades y las zonas rurales, entre ricos y pobres o entre la clase con formación y la que carece de ella. La gestión de todas esas diferencias se antoja clave.
- La competición por recursos naturales: fuentes de energía, recursos hídricos y tierras de cultivo.
- El calentamiento global y los problemas relacionados con el clima van a provocar un aumento en los desastres naturales.
Las ciudades asiáticas serán parte básica de la transformación del continente, con una buen parte de las megalópolis del mundo y con algunos lugares de Asia convertidos en referencia mundial, tanto en educación como en innovación, investigación y desarrollo. El crecimiento, transformación y desarrollo de dichas zonas urbanas va a ser todo un reto, tanto creando las infraestructuras como gestionando los servicios y recursos que se necesitan para gestionar la vida de áreas con millones de habitantes. Hacer ciudades más habitables, sostenibles social y ambientalmente son sin duda algunos de los retos que el continente asiático tiene por delante.
La transformación de Asia y todas las proyecciones nos indican que su clase media va a seguir creciendo y transformando el mundo, haciendo de ello uno de los hechos y cambios más fascinantes de nuestro tiempo…