Cada vez que regreso de un viaje por Asia vengo con la libreta llena de notas. Tendencias, cambios, hábitos de consumo y muchas más cosas se mezclan con las sensaciones que tengo allí, conformando todo ello una gran escuela de aprendizaje. Hace un par de semanas que he regresado de un viaje de trabajo por China y Vietnam, o quizá más bien debería decir por Pekín, Shanghai y Hanoi.
Al estar en China me resulta más evidente la digitalización del país, algo que resulta notable en una parte de su sociedad. Y es que al hablar de China lo hacemos ya del país con el mayor número de internautas, de usuarios de smartphones y de compras por internet.
A continuación os dejo algunas notas tomadas sobre las realidades socio económicas y de consumo que he visto durante las pasadas semanas allí:
- China y su ritmo de dos velocidades: A bote pronto y aunque los números de la actividad económica siguen abrumando, parece que el crecimiento y el consumo se ha ralentizado. Las autoridades y los datos macroeconómicos dicen que China crece por encima del 6%, pero cuando hablas con la gente se empieza a notar un cierto pesimismo de que las cosas no van tan bien. Se ven algunos locales cerrados y tanto en Shanghai como en Pekín he podido ver como varios centros comerciales estaban semi vacíos.
- Fabricaciones se van de China a otros países de Asia con menor coste: Si antes China era la fábrica del mundo, hoy en día parte de ciertas producciones se están trasladando a países de menor coste de mano de obra. Vietnam, Bangladesh, Indonesia o Filipinas son algunos ejemplos, dependiendo del sector y del producto final. Los costes cada vez son mayores en China, provocando que tanto a las empresas chinas como a las occidentales no les resulte tan rentable fabricar en el país.
- La compra online es imparable: El e-commerce crece en China como en ninguna otra parte del mundo, la gente compra por Tmall, JD y Taobao a un ritmo frenético. El sector es cada vez más maduro y la gente compra masivamente con sus teléfonos móviles.
- Uso generalizado de pagos con el móvil: La gente paga con AliPay y Wechat en infinidad de lugares, desde un taxi, una máquina de bebidas en el metro o en una tienda.
- Viajes e inversiones en el exterior de la clase media alta: Una clase acomodada del país viaja al exterior y también compra vivienda en el extranjero. Cada vez es más frecuente escuchar que te pregunten sobre consejos de lugares a visitar en Europa o para invertir en una vivienda.
- Taxi por app: En una buena parte de los países está Uber, pero también convive con aplicaciones de empresas locales como Didi en China, Ola en India o Grab en la mayor parte de los países del Sudeste Asiático.
- Wechat para casi todo: El uso de Wechat es masivo y los chinos a veces se sorprenden de que uno no tenga dicha aplicación. Como bien dice el articulo de Xataka, Wechat es mucho más que el whatsapp chino, es una herramienta potentísima que une muchas funcionalidades, como si en una app se mezclará Whatsapp, Facebook, Tinder, Skype, Paypal y muchas otras más.
- Los cambios siguen siendo tan rápidos como siempre: En infinidad de sectores uno puede ver como todo puede cambiar en muy poco tiempo. En China, empresas líderes pueden naufragar en pocos años y otras empresas desconocidas pueden llegar a la cima de forma rápida. En el caso de los móviles, las empresas locales cada vez destacan más y empiezan a ser de confianza para el cliente chino, y es que empresas como Huawei ya están en los primeros puestos globales como empresas tecnológicas punteras.
- Internet y la innovación entre Estados Unidos y China: Si bien muchas tecnologías disruptivas de Internet son creadas e inventadas en Estados Unidos, es una evidencia que China tiene la capacidad de replicarlas muy rápidamente y de adaptarlas para el mercado chino. Los Twitter, Google,Uber y Airbnb globales tienen sus réplicas en China, en algunos casos con aplicaciones sobresalientes como los ecosistemas alrededor de Wechat o de Alibaba.